Skater cobarde

El sábado 29 de septiembre, sobre las 12.00 h del mediodía, un joven (ya con una edad para estas cosas) iba encima de su monopatín a cierta velocidad por la calle Sant Bonaventura, cuando “atropelló” a mi hijo de tan sólo 4 años haciendo que se golpeara en la cara contra un pivote, causándole unas lesiones que precisaron atención médica. Lejos de quedarse en un simple accidente/imprudencia, el joven decidió no dar la cara y huir cobardemente, aún bajo la presencia de viandantes y vecinos de la zona, que no dudaron en increpar su decisión. El Ayuntamiento debería perseguir y hacer algo contra este bombardeo masivo de vehículos de todo tipo por la acera, ya que pasear tranquilamente se ha convertido en un deporte de riesgo.

Carlos Regueira

 
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