Que silencio hay en mi calle, qué pocas risas, qué poca gente habla con el de al lado, pero sin embargo hay mucha gente. ¿Qué estarán haciendo?

El móvil, el mágico y maldito móvil, llego a mi casa, todos mis padres y hermanos con el móvil, por suerte no tengo, si quiero hablar con alguien solo puedo contar con mis abuelos, les cuento lo bueno y malo del día y ellos tan majos me soportan.

Ellos son los únicos que me dan la esperanza.


Toni Pagès Larruy
Estudiante

 
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