Seré tan escueto como el número de librerías, unas cinco aproximadamente para una ciudad de 90.000 habitantes.

Es una pena que Sant Jordi para muchos sea el único día del año para acercarse a una librería a comprar un libro y que posiblemente el 25% de los compradores ni siquiera lo acabará leyendo porque ni siquiera sabe lo que compró. Me gustaría que mi ciudad tuviese tanta ilusión en tener el mejor libro como tiene en poseer el último modelo de móvil.

José A. Lorenz

 
Comentaris

Destaquem